lunes, 21 de julio de 2014

Pizza casera

¡Nos encanta la pizza! Solemos comerla una vez a la semana. Nos gusta a los 4; es sana y rica, además de la forma perfecta para que las niñas vayan comiendo más a gusto algunas verduras que de otra forma les cuestan. Para mi una pizza acompañada de una ensalada es un menú ideal.
Normalmente tenemos bolas de masa para pizza congeladas. Las hace Natxo en el obrador con harina de centeno y salen muy buenas. Ayer, que volvimos a despertar con el cielo gris, decidimos hacerlas en casa de principio a fin. Os cuento cómo...

 
Ingredientes, para 3-4 personas

Para la masa:
- 250 gr de harina (si el 10% lo ponemos de harina de fuerza la masa será más elástica y sale mejor). Nosotros ayer las hicimos con harina blanca de trigo ecológico; pero con otras harinas también saldrá rica.
- 10 gr de levadura fresca o la mitad de levadura seca de panadería.
- 3/4 de cucharadita de sal
- 120 ml de agua templada

Para el resto:
- Salsa de tomate, casera a ser posible.
- 1 berenjena pequeña cortada en rodajas muy finas y salada previamente, para quitarle el amargor.
- 1cebolla cortada en pluma y con una pizca de sal.
- 1/2 calabacín cortado en rodajas finas
- Tomates pequeños partidos. Cherry o simplemente los primeros tomates de la temporada que son pequeñitos. Ayer usamos tomates tigre verdes. Muy sabrosos.
- Queso rallado graso tipo mozzarela
- Aceite, sal, orégano, ajo.

 
Elaboración:
 
Empezamos por la masa:
Tamizamos en un bol la harina y la sal y hacemos un hueco en el centro. Deshacemos la levadura en el agua y echamos la mezcla en el hueco. Con una cuchara de madera mezclamos la harina con el agua hasta que obtenemos una masa pegajosa pero más o menos homogénea. Si resulta demasiado líquida o pegajosa añadimos un pelín más de harina. Si por lo contrario la harina no se incorpora al agua añadiríamos una gotita más de agua. Pasamos la bola de masa a una superficie enharinada y amasamos durante 10 minutos o hasta que tengamos la sensación de que la masa está elástica y fina.
Cuando tenemos la bola formada la pasamos a un bol enharinado o aceitado, la tapamos con un trapo y dejamos fermentar durante una hora. Si queremos hornear más tarde podemos dejar la masa en la nevera y así ralentizar la fermentación. De ese modo la masa aguantaría hasta el día siguiente.
Para hacer la base de la pizza volvemos a colocar la bola sobre la superficie de trabajo y la aplanamos con la mano. Primero con los dedos y después con la ayuda de un rodillo, o en su defecto de una botella de vino enharinada, la extendemos hasta tener la base que nos guste.
La colocamos en la bandeja del horno que tenemos preparada con papel de horno y ya puede entrar a dorarse.
El horno debe estar bien caliente, y si pudiera estarlo la bandeja en la que horneemos también pues mejor que mejor. Tendremos la masa en el horno unos 8 minutos, hasta que empiece a dorarse.
Cuando la saquemos deberíamos tener listos los ingredientes que queramos en nuestra pizza, para que la masa no llegue a enfriarse.

La elaboración de la cobertura es muy sencilla, y permite todas las variaciones que podamos imaginar. Lo que es importante y yo por lo menos siempre hago igual es la salsa de tomate. Suelo dorar en un cazo un ajo picado en aceite de oliva. Le añado tomate triturado natural (si es casero mejor que mejor), con una pizca de sal y media cucharada de azúcar. Dejo que se haga lentamente pero sin tapar durante media horita. La salsa queda con menos agua, y así no "moja" tanto la base de la pizza.
Pues bien, cuando tenemos la masa dorada extendemos la salsa de tomate por encima y después colocamos los ingredientes, en este caso la verduras. Después cubrimos con una capita de queso, espolvoreamos con orégano y por último un chorito de aceite de oliva. Al horno 8 minutos más y... a comeeeeer!


miércoles, 9 de julio de 2014

Korres Bizirik


Korres es el pequeño pueblo que late en el corazón del parque natural de Izki, rodeado de bosques de robles y montes de perfiles escarpados. Es un pueblo medieval encantador, de tres callecitas y 23 vecinos. Es punto de partida de muchas excursiones increíbles por el monte y tiene el parque de recreo integrado en la naturaleza más bonito que nunca hemos conocido. Visitamos Korres una y otra vez desde que llegamos a Maeztu, pero desde que conocemos a sus gentes lo sentimos más parte de nuestras vidas.
El pasado sábado estuvimos allí celebrando el Arbustok. Una jornada festiva para dar vida al pueblo y para reivindicar el papel de este tipo de comunidad, a menudo invisible en el mundo en el que vivimos. También aprovechamos para subir juntos al castillo de Korres, construido sobre un cerro en el siglo XII para vigilar la frontera entre los reinos de Navarra y Castilla. Tuvimos unos guías de lujo que nos contaron la historia, las anécdotas y también la preocupación por el deterioro de los restos. Una fortaleza del siglo XII de gran valor histórico, que de estar ubicada en un lugar menos recóndito, menos fronterizo y más poblado gozaría de las ayudas públicas que merece. En este caso hay que suplicarlas. Por eso esta iniciativa en Change.org que os animamos a firmar.  http://www.change.org/es/peticiones/imanol-agote-alberro-sos-castillo-de-korressolicitamos-que-se-hagan-los-tr%C3%A1mites-y-gestiones-necesarios-para-salvar-y-poner-en-valor-los-restos-del-castillo-de-portiella-de-korres
Después de la excursión hubo muchas actividades en el pueblo. Para mí lo mejor fue la comida popular y compartir el día con mi madre que por fin ha podido venir a pasar unos días con nosotros.
Korres Bizirik!

 
Pequeños y mayores en la aventura de subir al castillo de Korres

 
 
Gustavo nos guía
 
Siglos de historia en esos muros

Los sabios del lugar

 
 
Jare nos presentó a su cabrita Lola

La familia haciendo talos

¡Más de 100 en una mesa!